Si quieres conseguir un cabello suave y brillante tu aliado indispensable será el agua de arroz. Para preparar el agua de arroz hierve un litro de agua mineral. Cuando esté hirviendo echa 250 gr de arroz integral y deja que hierva por 20 minutos. Pasados los 20 minutos retira del fuego y deja enfriar. Una vez frío cuela el líquido y guárdalo en un recipiente de vidrio con tapa y guárdalo en el refrigerador.
El arroz tiene un alto contenido de minerales, vitaminas y proteínas, que al hervir pasan al agua. Para
conseguir un cabello suave y brillante lávalo como haces habitualmente. Posteriormente aplica el agua de arroz y deja actuar 3 minutos. Aclara. Con este gesto habrás conseguido que las proteínas del arroz rellenen las grietas y tu cabello esté más fuerte, sedoso y brillante.
El agua de arroz también es un excelente tónico para todo tipo de pieles, ya que estimula el flujo sanguíneo, desacelera el proceso de envejecimiento y ayuda a generar nuevas células, gracias al inositol que contiene el arroz. También conseguirás minimizar los poros abiertos. El agua de arroz también es muy efectiva para remediar irritaciones de la piel. Aplica siempre sobre la cara limpia y seca, empapando un algodón en el agua de arroz y siempre dando suaves toques (nunca arrastrando).
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El arroz tiene un alto contenido de minerales, vitaminas y proteínas, que al hervir pasan al agua. Para
conseguir un cabello suave y brillante lávalo como haces habitualmente. Posteriormente aplica el agua de arroz y deja actuar 3 minutos. Aclara. Con este gesto habrás conseguido que las proteínas del arroz rellenen las grietas y tu cabello esté más fuerte, sedoso y brillante.
El agua de arroz también es un excelente tónico para todo tipo de pieles, ya que estimula el flujo sanguíneo, desacelera el proceso de envejecimiento y ayuda a generar nuevas células, gracias al inositol que contiene el arroz. También conseguirás minimizar los poros abiertos. El agua de arroz también es muy efectiva para remediar irritaciones de la piel. Aplica siempre sobre la cara limpia y seca, empapando un algodón en el agua de arroz y siempre dando suaves toques (nunca arrastrando).
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