El Estrés y la Alimentación

Cómo detener el estrés comiendo

Los antojos y las emociones a menudo están conectadas.
Si el estrés te hace correr hacia la comida para sentirte más feliz, lo que resulta en un aumento de peso no deseado, entonces, para perder peso y evitar el truco, debes aprender a dejar de comer por estrés.

Cómo se relacionan el estrés y la alimentación
Las personas que no tienen problemas con el estrés pueden no ver cómo se relacionan el estrés y la alimentación, pero es un problema común para muchos. A menudo, los antojos que sabotean y descarrilan nuestros esfuerzos de pérdida de peso nos golpean cuando alcanzamos un momento emocionalmente débil. Para aquellos que comen cuando están bajo estrés, el problema es que recurrimos a los alimentos para obtener alivio y alivio del estrés cuando la vida parece estar fuera de control. Comer es el mecanismo utilizado para darnos la sensación de que tenemos un poco de control y lo usamos para sobrellevarlo. El problema es que los alimentos a los que recurrimos tienden a ser altos en calorías.

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Emociones y estrés comiendo
Si bien es fácil reconocer el estrés negativo, como cuando estamos bajo presión financiera, enfrentamos un problema de salud grave, una relación quebrada o estrés relacionado con nuestro trabajo, también hay momentos buenos en la vida que son igual de estresantes.

 Por ejemplo, planear una boda, comprar un nuevo hogar o cambiar a un nuevo trabajo pueden ser cosas buenas que aún crean estrés en nuestras vidas. A medida que nuestras emociones nos llevan a una montaña rusa, recurrir a la comida para ayudarnos a sentirnos mejor no es más que un alivio momentáneo. Una vez que la comida se ha ido , la realidad de lo mucho que hemos comido, ¡puede ponernos en una espiral descendente y regresar al tarro de las galletas!

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Cómo detener el estrés comiendo
Una vez que reconozca el problema de comer emocionalmente y cómo lo usa para lidiar con el estrés, es posible tomar medidas para mantenerse al día con su plan de pérdida de peso. Antes de tomar un bocado de comida entre comidas, pregúntese si está realmente hambriento o si está usando la comida como una distracción de cómo se siente. Si su objetivo real es perder peso, pregúntese si comer esa comida lo ayudará a perder peso. Dar estos simples pasos antes de comer puede ayudar a controlar sus emociones el tiempo suficiente para ver lo que está haciendo lógicamente. Cada vez que vence el impulso de comer, sentirá una sensación de libertad que fortalecerá su resolución a medida que construye nuevos hábitos para lidiar con el estrés.

Aprenda a manejar su estrés
Una clave para prevenir el estrés es aprender a manejar el estrés de otras maneras.

Ejercicio: Si bien es posible que no sienta que tiene tiempo para hacer ejercicio, hacer que el tiempo ofrezca beneficios tanto físicos como mentales. Según la Clínica Mayo, se ha demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Meditación: la meditación toma muchos roles diferentes. El yoga ofrece técnicas de relajación y es una buena forma de agregar ejercicio y meditación a tu vida para ayudar a aliviar el estrés.

Tómese el tiempo para relajarse: la vida está ocupada, y si llena cada momento con cosas que deben hacerse, aumenta el estrés. Tómese el tiempo para hacer algo relajante. Esto puede ser tan simple como programar el tiempo para leer un libro o tomar un baño de burbujas. Incluso 20 minutos de relajación pueden marcar una gran diferencia.


Estos consejos pueden ayudar a romper su hábito de comer con estrés.

Pregúntese si tiene mucha hambre o no antes de comer: a menudo anhelamos ciertos alimentos para hacernos "sentir mejor" y ayudarnos a superar las emociones negativas relacionadas con el estrés. Antes de comer esa comida, configure el cronómetro por 15 minutos y vea si todavía quiere comerlo después de que haya transcurrido el tiempo.

Mantenga un diario de alimentos: el diario es un ejercicio terapéutico. Escribir lo que come y cuánto come junto con los sentimientos experimentados en el momento puede ayudarlo a ver la relación entre su estado de ánimo y los patrones de alimentación. Un diario de alimentos también puede ayudarlo a ver cómo romper esos patrones.

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Llene su cocina para tener éxito: cuando vaya a la tienda de comestibles, no compre los artículos que sabe que lo tentarán. Si sus alimentos reconfortantes no son fácilmente accesibles, será menos probable que los coma en momentos de estrés.

Si ha intentado estos enfoques para romper el hábito de comer emocionalmente pero aún necesita ayuda, tal vez quiera compartir su lucha con un compañero responsable. Encuentre a alguien que lo respalde en sus esfuerzos o únase a un grupo de apoyo para ayudarlo a aprender a lidiar con el estrés de maneras diferentes a la comida. A veces, es útil tener a alguien con quien hablar.


Si prueba algunas de estas actividades alternativas y no tiene mucho éxito para controlar su alimentación emocional, puede buscar la ayuda de un consejero individual o grupal. Hablar con alguien que comprende la alimentación emocional y las emociones complejas que lo causan puede ayudarlo a comprender por qué lo hace y quizás ayudarlo a superar los problemas que estan causando la ingesta excesiva.

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